Las startups en Catalunya ya dan más trabajo que Seat. La presencia del Mobile World Congress ha cristalizado el sector tecnológico y emprendedor en la región, y especialmente en Barcelona. La revolución tecnológica ha permitido la creación de muchos puestos de trabajo, aunque la sensación predominante es que los destruye. Sin embargo, se trata de una destrucción creativa. La clave para esta creación de empleo basada en la tecnología es la educación, según la Directora del Área Académica de Tecnología de la UPF Barcelona School of Management, Ana Freire.
"La tecnología ofrece servicios que sustituyen algunos puestos de trabajo: los asistentes virtuales o otros productos innovadores pueden terminar con empleos de hoy en día, pero si lo pensamos, es probable que sean trabajos que mucha gente no querría hacer", afirma la profesora, experta en Inteligencia Artificial. "Del mismo modo que hoy nadie se plantea labrar la tierra sin la ayuda de un tractor o sin herramientas, seguro que en su momento el tractor destruyó puestos de trabajo", añade.
"Nos estamos quedando atrás de la vanguardia tecnológica. Mientras en otros países preparan a la población en programación ya desde educación secundaria, aquí la acaban de eliminar de bachiller"
Según la experta, si trasladamos esta idea a los empleos actuales, los que van a desaparecer serán aquellos mecánicos, rutinarios y que no necesiten la inteligencia y la creatividad del ser humano, que es a lo que realmente "debemos dedicarnos". Mientras tanto, en Catalunya se registra un 10,2% de paro y hay 400.000 trabajadores sin empleo, pero, según Adecco, el 53% de los responsables de Recursos Humanos reconoce que tiene problemas para reclutar talento para su compañía por la falta de personal especializado.
"Nos estamos quedando atrás en la vanguardia tecnológica. Mientras que en otros países preparan a la población en programación ya desde educación secundaria, aquí acaban de eliminarla de bachiller", avisa Freire. Y es que la nueva ley educativa –octava modificación desde 1980–, la Ley Orgánica de Modificación de la LOE (LOMLOE), no incluye en su redacción la asignatura de Tecnologías de la Información y la Comunicación (TIC), cosa que ha provocado que varias asociaciones de ingenieros informáticos, profesores y estudiantes hayan iniciado una campaña para que el Gobierno la vuelva a instaurar.
Uno de los argumentos que se arguyen por su eliminación es que la juventud no quiere estudiar informática. "Pero eso no es cierto: cada año 9.000 estudiantes se quedan fuera de la carrera de Ingeniería Informática porque no hay suficientes plazas para cubrir la demanda", recuerda la profesora. El pasado año, unas 16.000 personas escogieron esta carrera como primera opción –el 40% no obtuvo plaza–, mientras "otras carreras ofrecen muchas más plazas y tienen un índice de paro altísimo", remacha la experta. En este contexto, se hace imprescindible alinear lo que demanda el tejido empresarial y lo que se ofrece desde las universidades, algo que cuesta tiempo y dinero.
"Si la administración ofrece servicios que casi el 50% de la ciudadanía no puede usar antes de dotarla de competencias digitales básicas, estaremos agraviando las desigualdades sociales"
En este sentido, la educación también es la vía para que mucha gente que actualmente hace trabajos mecánicos no se queden en fuera de juego. En el último Índice de la Economía y la Sociedad Digitales (DESI) de 2020, se dice que España ocupa el puesto número 11 entre los 28 estados miembros de la Unión Europea (UE) en este índice. Al mismo tiempo, ocupa el segundo lugar en la UE en materia de servicios públicos digitales, pero se encuentra por debajo de la media de la Unión en indicadores de capital humano. Casi la mitad de la población española carece todavía de competencias digitales básicas y un 8% nunca ha utilizado internet.
"Esto creará un problema, una brecha digital. Si antes de dotar a la mayor parte de la ciudadanía de competencias digitales básicas, la administración pública empieza a ofrecer servicios que casi el 50% no puede usar, estaremos agraviando las desigualdades sociales", dice Freire.
"Lo que hay que hacer para cerrar la brecha es educación. No solo en primaria, sino también en franjas de edad más altas", expone. Incluso para los jubilados, "digitalización quiere decir saber utilizar la aplicación del banco, vender online, acceder a la información, encontrar trabajo en línea, descargarse una aplicación, etc.".
"Las universidades deben alinear su formación con lo que demanda el tejido empresarial, añadiendo en todas las carreras asignaturas tecnológicas con carácter transversal"
Para la profesora de la UPF Barcelona School of Management es crítico "formar a los trabajadores del futuro, no solo en el ámbito universitario, sino también en primaria y secundaria. Por el contrario de lo que sucede actualmente, no deben eliminarse las asignaturas de tecnología", considera.
Respecto a las universidades, "hay que alinearse con las necesidades de las empresas y no solo eso, sino añadir en las demás carreras asignaturas de tecnología con carácter transversal, ya que cada vez habrá más proyectos de ámbito multidisciplinario que incluyan tecnología", apunta.
Finalmente, Freire indica que para profesionales de otros sectores, el reciclaje y la reconversión profesional serán clave: "Másteres y postgrados, pero también formación profesional o cursos intensivos, son herramientas que deben servir para no quedarse atrás", concluye.