Ramon Bastida Vialcanet
Vicedecano de Transferencia de
Investigador de la Cátedra Internacional de Finanzas Sostenibles
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Hablar de empresas sociales significa hablar de problemas de financiación. Históricamente, se ha producido una desconexión importante entre la oferta y la demanda de financiación para este tipo de empresas y, en los últimos años, este fenómeno se ha visto incrementado debido al aumento del número de empresas sociales y a sus necesidades de financiación.
Es habitual que, en periodos de dificultades económicas o de relevantes retos sociales (cambio climático, desigualdades, envejecimiento de la población...), crezca el número de personas que crean empresas con la misión principal de generar un impacto positivo en la sociedad y el medio ambiente mediante la realización de actividades económicas sostenibles. Lejos queda aquella concepción que apuntaba que este tipo de actividades estaban reservadas, exclusivamente, a las fundaciones y a las oenegés que recibían subvenciones públicas o donaciones filantrópicas.
Aunque en los últimos años se ha producido un aumento significativo de la oferta de productos y servicios de financiación destinados a este tipo de empresas, un estudio realizado por la Fundació Seira constata que la mayoría de ellas siguen financiándose a través de la banca tradicional, en lugar de utilizar las herramientas de financiación específicas para sus necesidades que les ofrecen las entidades de la banca ética o banca con valores, o los inversores de impacto, entre otros. Este desacoplamiento entre oferta y demanda de financiación provoca una infrautilización de recursos en el ámbito de las finanzas sociales.
El estudio Unmasking the Barriers to Financing Social Enterprises, que hemos elaborado junto a Nina Magomedova y publicado en la revista científica VOLUNTAS: International Journal of Voluntary and Nonprofit Organizations, analiza el comportamiento de los gestores de empresas sociales y entidades financieras, con el fin de explicar las motivaciones del desacoplamiento entre oferta y demanda. El estudio identifica tres tipos de barreras que pueden ser las causantes de este fenómeno:
Parece lógico pensar que las empresas sociales puedan cubrir sus necesidades crecientes de financiación mediante los recursos disponibles en el sector de las finanzas sociales. Para hacerlo posible, es necesario mejorar la alineación entre los gestores de empresas y entidades de crédito e inversores. Algunas medidas que podrían contribuir a ello son: