Luz Parrondo
Directora del Postgrado en Blockchain y otras tecnologías DLT
Directora del Dpto. académico de Finanzas, Contabilidad y Control
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Desde su creación, Bitcoin ha despertado grandes expectativas como posible valor refugio de los mercados tradicionales y, de hecho, existen estudios que avalan la correlación negativa entre Bitcoin y S&P500, especialmente en el corto plazo. Por ello, en un escenario de alta inflación, con inversores escépticos ante las medidas que se puedan adoptar y la consecuente caída del precio de las acciones, uno pensaría que este sería el momento ideal para apostar por Bitcoin. ¿Por qué entonces parece que existe una huida masiva de los criptoinversores?
Por un lado, el inversor de Bitcoin entiende que es un activo de riesgo con una cantidad significativa de volatilidad. La volatilidad de Bitcoin ha llegado a ser cuatro veces superior a la de S&P500. A modo de comparación, mientras que el S&P500 ha caído alrededor de un 6,6% desde el comienzo de 2022, el retroceso de Bitcoin es del 29% y acumula una bajada del 52% desde su máximo histórico de 67.000 dólares en noviembre del año pasado. Por ello, el mercado se muestra muy sensible ante cualquier expectativa bajista.
Hay dos grandes razones por las que Bitcoin se desploma: la situación macroeconómica y la inmadurez e inestabilidad propia del mercado de criptomonedas
A pesar de ello, la situación no es nueva y no debería sorprender. El precio de BTC cayó más del 80% en el periodo 2017-2018, y sus grandes subidas han fascinado a las masas. Pero eso fue antes de que las corporaciones como Fidelity y PayPal invirtieran miles de millones para entrenar en el juego criptográfico. Y también antes de que los ejércitos de inversores "turistas" se sumasen a la fiesta.
En mi opinión, existen dos grandes razones por las que Bitcoin se desploma: la situación macroeconómica y la inmadurez e inestabilidad propia del mercado de criptomonedas.
La subida de tipos de interés afecta, principalmente, a las acciones de alto crecimiento y a los activos de riesgo especulativo, como es el caso de las criptomonedas y Bitcoin. Esta subida de tipos disminuye la liquidez y, a pesar de no disponer de precedentes históricos sobre cómo Bitcoin podría actuar en un periodo sostenido de baja liquidez, sabemos que los activos de alto riesgo tienden a tener un rendimiento inferior al de los activos más seguros. Si sumamos a esta ecuación el conflicto armado entre Rusia y Ucrania, podemos entender que la caída en los mercados sea generalizada.
Los inversores están en un estado de ánimo de aversión al riesgo, adoptando una huida generalizada hacia la seguridad en todos los mercados. Alex Reffett, cofundador de la firma de gestión de patrimonio East Paces Group, afirma que en 2022 los inversores han mostrado más interés en las inversiones basadas en el valor y menos en las acciones especulativas o las inversiones alternativas de reserva de valor.
Además de la presión de los eventos macroeconómicos, existen factores internos que también explican la bajada de las criptomonedas. El mercado de criptoactivos es muy reciente, inmaduro y falto de regulación y, por ello, altamente inestable. El pasado 9 de mayo fuimos testigos del desplome de la criptomoneda Terra, que para el mundo de los criptoactivos se puede comparar con la caída de Lehman Brothers.
El desplome de hasta un 99% de la criptomoneda Terra el pasado 9 de mayo es comparable, para el mundo de los criptoactivos, a la caída de Lehman Brothers
Terra es un proyecto descentralizado de Blockchain cuyo token nativo, Terra (Luna) ha experimentado una caída del 99% desde el 9 de mayo. Ese es la fecha en la que su stablecoin UST perdió la paridad con el dólar. UST, la stablecoin algorítmica más grande del mercado con una capitalización de 18.000 millones de dólares, comenzó a perder su paridad con el dólar el pasado 9 de mayo y hoy se sitúa en un valor cercano al cero. La ruptura con la paridad extendió el pánico en sus tenedores, lo que provocó la caída de Terra (Luna) y después generó una onda expansiva en el cripto-mercado.
Figura 1: Valor en USD del token TerraUSD (UST). Fuente: Coinmarkecap.com¿Ha pasado esto por falta de regulación, por la existencia de una burbuja especulativa, o es el funcionamiento normal de este negocio? Un poco de todo. La euforia de un mercado en auge siempre sobrevalora los activos y crea una cierta burbuja. Además, la falta de regulación y la falta de claridad en las definiciones y en la clasificación de los riesgos potencia el desconcierto.
Todo inversor debería saber que existen dos mecanismos de estabilización del valor de las stablecoins muy diferentes en cuanto al riesgo se refiere:
La propuesta de Reglamento MiCA, en su definición y tratamiento de las stablecoins, establece una clara diferencia entre aquellas referenciadas a una moneda fiduciaria y el resto. No tiene el mismo riesgo un token cuyo valor depende de una reserva de dólares, que a un token ligado a un criptoactivo cuyo valor depende de un proyecto empresarial.
El criptoinversor no debería sorprenderse ante caídas del 50%. Es el precio a pagar por la entrada a un universo con mucho potencial, inmaduro y poco regulado
Para diferenciarlos claramente, MiCA denomina E-money Tokens a los tokens referenciados a moneda Fiat, y Asset-referenced tokens al resto de stablecoins. Ambos presentan riesgos diferentes y por consiguiente han de tener diferente consideración legal y económica.
Más allá de estas razones coyunturales, el criptoinversor no debería sorprenderse ante caídas del 50%. Es el precio a pagar por la entrada a un universo con mucho potencial, inmaduro y poco regulado. Probablemente, el mercado no tarde mucho en saber cómo incorporar el valor real de los criptoactivos, haciendo que su volatilidad (riesgo) y su rendimiento converjan a cifras similares a los activos convencionales.