En el Estado español, más de 4,6 millones de personas no pueden llegar a la temperatura de confort en invierno. Una situación que, según la Organización Mundial de la Salud (OMS), conlleva un incremento de mortalidad del 30%. Esta coyuntura se produce por razones socioeconómicas y por la gran cantidad de edificios que no cumplen los requisitos de eficiencia energética y que no disponen de instalaciones adecuadas para mantener la temperatura en periodos fríos.
Es cierto que el acceso a la vivienda y la sostenibilidad de este sector son uno de los grandes problemas de la sociedad actualmente. Por este motivo la UPF Barcelona School of Management ha firmado con la Fundación Metropolitan House un acuerdo para la creación de la Cátedra de Vivienda Digna y Sostenible, que pretende ser un espacio de reflexión orientado a analizar las políticas de vivienda desde una perspectiva social y medioambiental, sin perder de vista el ámbito financiero y económico. En el acto de firma han participado el rector de la UPF, Oriol Amat, el director general de la UPF-BSM, José M. Martínez-Sierra; el director de la cátedra y vicedecano de transferencia de conocimiento de la UPF-BSM, Ramon Bastida, el presidente de la Fundación Metropolitan House, Rafael Angulo, y el director general de la Fundación Metropolitan House, Jose Vicente Muñoz, y el secretario de la fundación,
Jose Luis Pellicer.
Bastida:"La creación de esta cátedra es importante porque contribuirá a la generación y divulgación de conocimiento sobre aspectos fundamentales para garantizar el bienestar de las personas"
Según el director de la cátedra, Ramon Bastida, "la creación de esta cátedra es importante porque contribuirá a la generación y divulgación de conocimiento sobre aspectos fundamentales para garantizar el bienestar de las personas, como son el acceso a una vivienda digna, o la sostenibilidad medioambiental de los edificios, entre otros".
Así la cátedra tiene previsto ejecutar actividades de formación, investigación aplicada y transferencia de conocimiento sobre aspectos económicos, fiscales, sociales, y de gestión, en el ámbito de la vivienda digna y sostenible. "La cátedra tiene como objetivos principales contribuir a la mejora de la calidad de la vida de los ciudadanos, a preservar el medio ambiente y también mejorar la eficiencia y sostenibilidad del sector inmobiliario", ha añadido Bastida.
Para empezar a andar, la cátedra ha organizado su primera jornada Un New Green Deal para la vivienda urbana, en que se han abordado las políticas públicas de rehabilitación urbana en el marco del Programa NextGeneration EU y la creación de viviendas sostenibles, digitalizados e inteligentes.
Durante la jornada, Erola Palau, investigadora de la UPF-BSM, ha presentado el primer estudio de la cátedra, que consiste en un análisis de experiencias internacionales en medida del impacto social y medioambiental de la rehabilitación de edificios urbanos.
Según Palau, "el conjunto de viviendas urbanas en malas condiciones es uno de los principales motivos de las desigualdades sociales de la población, puesto que afectan a la calidad de vida y el bienestar de las personas, el medio ambiente y el sistema económico local. Por eso, realizar rehabilitaciones de viviendas es una forma directa para hacer frente a la vulnerabilidad de las personas que viven en ellas, a la pobreza energética a largo plazo, a la huella ambiental y el deterioro de barrios". Adicionalmente, la rehabilitación es una medida para reducir la cantidad de personas en riesgo de exclusión social y en situaciones de pobreza, y permite hacer crecer la sensación de comunidad y de orgullo de los barrios. "Además, la economía se ve reactivada a través del incremento de servicios establecidos en el barrio y la riqueza y ocupación de calidad que generan", ha añadido.
Palau: "La rehabilitación es una medida para reducir la cantidad de personas en riesgo de exclusión social y en situaciones de pobreza"
Con este estudio también se hace patente la necesidad de medir el triple impacto de las rehabilitaciones, tanto antes como después de hacerlas, a través de planes de seguimiento. El estudio recomienda que en las líneas de ayuda para facilitar financiación en el sector se añadan indicadores sociales y ambientales, además de los económicos, para medir el impacto real que se prevé que genere la intervención.
En el Estado español y Catalunya, todavía son pocos los ejemplos de análisis del impacto de intervenciones de rehabilitación urbana. Las intervenciones que se han llevado a cabo en los últimos años han tenido una repercusión social que no siempre se ha medido. A escala internacional, sobre todo en países del norte de Europa, los EE. UU. o el Reino Unido, sí que se encuentran más proyectos de intervenciones urbanas que miden el triple impacto, "pero en el ámbito nacional, es un análisis que a menudo ha faltado, una tendencia que tendrá que cambiar en la próxima década", avisa la investigadora.
Finalmente, el estudio remarca la importancia de medir el valor real de las rehabilitaciones de vivienda urbana y demuestra la necesidad que toda intervención se encuentre en el punto óptimo de la sostenibilidad, equilibrando los intereses sociales, ambientales y económicos de la sociedad.
Las sesiones han contado con la presencia de autoridades como el rector de la Universitat Pompeu Fabra (UPF),Oriol Amat; el presidente del Consell de Innovación, Conocimiento y Documentación de Incasol, Pere Serra; o la presidenta de la Demarcación de Barcelona del Colegio de Arquitectos de Catalunya, Sandra Bestraten.