Sílvia Cóppulo
Directora del Observatorio de Liderazgo en la Empresa
Erola Palau Pinyana
Investigadora del Dpto. de Operaciones, Tecnología y Ciencia
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Sobreconexión, mujeres, teletrabajo y salud crean una combinación arriesgada. Y es que el teletrabajo, tal como se está aplicando a raíz de la pandemia, genera una sobreconexión digital que llega a ser perjudicial para la salud, especialmente para la de las mujeres. Esta es la principal conclusión a la que llega el estudio que hemos realizado en el Observatorio de Liderazgo en la Empresa de la UPF-BSM y en el que focalizamos y ampliamos nuestra última investigación sobre Desconexión digital, un derecho laboral imprescindible para la salud.
Actualmente, vivimos una nueva ola de covid-19 en un momento en el que el teletrabajo puede estar tocando techo (si no hay un nuevo confinamiento). Al inicio de la pandemia, en marzo de 2020, Catalunya tenía uno de los índices más bajos de trabajo a distancia (4%) dentro de la Unión Europea, una cifra que aumentó a principios de este año, alcanzando el 21,1%, pero que en julio cayó hasta el 17,2%. ¿Por qué? Porque teletrabajar cada día no favorece la creatividad, el trabajo en equipo o el sentimiento de pertenencia y adhesión a la empresa.
En marzo de 2020, Catalunya tenía uno de los índices más bajos de teletrabajo de la UE (4%), una cifra que aumentó a principios de 2021, alcanzando el 21,1%
Grandes corporaciones como Google reforman sus espacios de trabajo para hacerlos más amplios, luminosos y atractivos en un intento de volver al trabajo presencial. Aun y así, el elevado número de contagios ha obligado a aplazar la obligatoriedad del trabajo presencial. En la última primavera, el monstruo de los motores de búsqueda en Internet fijó septiembre como el mes de retorno a las oficinas. Una fecha que tuvo que aplazarse hasta octubre y, nuevamente, hasta inicios de 2022 mientras se valora la incidencia de la nueva variante del virus.
La muestra de la encuesta (608 personas de 95 empresas de 40 sectores de Catalunya) es paritaria, lo que permite concluir que la conectividad digital, salud y teletrabajo están íntimamente relacionados con el género de las personas.
La fatiga digital en el ámbito laboral derivada de la pandemia afecta con más incidencia a las mujeres: tres de cada cuatro manifiestan sentirse estresadas
Tres de cada cuatro mujeres (71,4%) manifiestan que se sienten estresadas ante un 58,1% de los hombres. La diferencia es considerable. La fatiga digital también afecta con mayor incidencia en las mujeres (60,7%) que en los hombres (46,3%). Aun y así, hombres y mujeres saben que la sobreconectividad digital es perjudicial. Solo un 14,0% de mujeres y un 18,2% de hombres considera que los efectos sobre la salud no son relevantes.
En el ámbito emocional, mujeres y hombres tienen posicionamientos antagónicos respecto a la relación entre conectividad digital y soledad. Las mujeres que teletrabajan dicen en un 42,7% (y es la respuesta mayoritaria) que tantas horas de conexión digital hace que se sientan solas. Los hombres afirman mayoritariamente (en un 40,3%) justo lo contrario.
El compromiso o implicación con la empresa y la disponibilidad de conexión digital están relacionados, según las opiniones mayoritarias. Las mujeres lo creen más (46,0%) que los hombres (40%). Tienen claro, más ellas que ellos, que una mayor conectividad digital no supone más productividad en la empresa, aunque resulte positivo para su carrera profesional.
Ellas tienen más claro que ellos que una mayor conectividad digital no supone más productividad, pero admiten que les resulta positivo para su carrera profesional
Es interesante relacionar este posicionamiento con el hecho de que en nuestro estudio se confirme que mayoritariamente son los hombres los que comandan los equipos y tienen responsabilidades superiores a sus compañeras dentro de las organizaciones de trabajo.
Ahora bien, tanto mujeres como hombres responden casi en un 95% a todas las comunicaciones vía digital fuera del horario laboral.
Con el objetivo de contribuir y avanzar en el conocimiento y construcción de una sociedad más sostenible y saludable, sugerimos las siguientes recomendaciones: