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El deporte debe liderar el cambio en la emergencia climática

5 Mayo - 2023
L’esport ha de liderar el canvi en l’emergència climàtica

En cuanto a la emergencia climática, «el deporte debe liderar el cambio porque es muy popular a escala mundial y por las grandes expectativas que genera. Si no cambiamos sus prioridades, los grandes eventos deportivos ya no serán posibles» en un futuro próximo. Esta fue la conclusión que sacó Alberto Carrio, secretario general y profesor de la UPF Barcelona School of Management, en el seminario La Sostenibilidad del Deporte en la Emergencia Climática, que tuvo lugar ayer en el Campus Ciutadella de la UPF.

«El deporte es una actividad social y empresarial que tiene un impacto indiscutible en el medio ambiente», argumentó Carrio. «Hoy en día se realizan muchas actividades al aire libre, pero no esperábamos situaciones como las inundaciones recientes, que son un hecho terrible para todos porque se producen en todas partes, incluida Cataluña. Pero, ¿es realmente algo nuevo?» se preguntó.

«Hace unos años las altas temperaturas de más de 30 °C interrumpieron el Open de Australia 2014. Es imposible jugar al tenis en estas temperaturas. Lo mismo ocurrió en el Open de Estados Unidos 2018 en Nueva York, donde penalizaron a la jugadora Alizé Cornet por sacarse un momento la camiseta», añadió.

Más tarde, en 2019 se cancelaron muchas carreras en el hemisferio norte, la Copa del Mundo de rugby en Japón se interrumpió a causa de los tifones y el Campeonato del Mundo de atletismo de Doha se celebró a temperaturas entorno a los 38 °C. En 2020, el humo de los incendios forestales alcanzó las pistas de tenis durante el Open de Australia y en 2021 las tormentas tropicales causaron estragos en Japón durante los Juegos Olímpicos de Tokio. «¿Es posible acoger este tipo de eventos en estas condiciones? ¿Quizá deberíamos prever el futuro?» preguntó Alberto Carrio.

La situación tampoco es mejor para los deportes de invierno. Sólo hace falta tener en cuenta el impacto ambiental de la instalación de nieve artificial en lugares que, hace solo unos años, estaban completamente cubiertos de forma natural. Se prevé que los Milán Cortina 2026 sean los primeros juegos olímpicos de invierno sostenibles, pero falta mucho para que los problemas se resuelvan, como lo demuestra el hecho de que la candidatura Pirineos-Barcelona 2030 fue fuertemente cuestionada por la población local a causa del impacto esperado del evento en los espacios naturales.

En cuanto al deporte más popular del planeta, el fútbol, los organizadores alemanes de la Copa del Mundo 2006 iniciaron el compromiso con el cambio climático, pero la inversión de medio millón de euros en tecnologías de ahorro energético y agua se quedó corta. Posteriormente, la FIFA pagó por compensar las emisiones de los torneos de 2010 y 2014 e incorporó criterios ambientales a los procesos de licitación para las Copas del Mundo de 2018 y 2022. De hecho, la Copa del Mundo de Catar prometió ser neutra en carbono, pero en la práctica distó mucho de la realidad: parece que las emisiones estimadas, entre 3,8 y 9,6 millones de toneladas, establecieron un nuevo récord mundial.

Los esfuerzos internacionales por aplicar el pensamiento sistemático y la urgencia política al problema incluyen el Marco del Deporte para la Acción Climática de las Naciones Unidas, que insta a las organizaciones a tomar medidas sistemáticas para reducir sus emisiones de carbono y llegar a la neutralidad climática en 2050. Desgraciadamente, este marco no tiene objetivos, ni mecanismos de control y, lo más importante, tiene un sentido de la urgencia inadecuado. Por ejemplo, en Europa la DFB y la FA inglesa se han unido a la red, pero ni la Bundesliga ni la Premier League lo han hecho. En España, La Liga se ha incorporado, pero no la Federación Española de Fútbol.

«No es suficiente prometer que serás claro: de hecho, tienes que ser claro», concluyó Alberto Carrio, que sugirió el uso de sanciones como posible camino a seguir (con la reinversión en sostenibilidad del dinero recaudado de las sanciones). «El problema es que se acaba el tiempo y hay que dar grandes pasos», añadió.

 

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