"El arte es mi forma de activismo", afirmó Kelly Arrontes, pintora y, como ella misma matizó, "además, ciega". Los límites invisibles de la discapacidad en el mundo del arte y los estereotipos que conlleva fueron, precisamente, los que centraron parte de la conversación entre Arrontes y Nausikaä El-Mecky, profesora tenure-track de historia del arte y cultura visual de la Universitat Pompeu Fabra, durante la tercera sesión de los Diálogos Humanísticos 2021.
"Somos lo que hacemos para cambiar lo que somos", reflexionó la artista, que explicó qué "no se reconocía" como persona ciega hasta que un accidente agravió su visión y pasó de "poderse defender por la calle a no ver nada". "En esos momentos necesitas a alguien que te apoye para atreverte a hacer lo que quieres", apuntó. Y ese apoyo lo encontró en su marido.
Al licenciarse de Bellas Artes, Arrontes tuvo una etapa estable en lo que a producción artística se refiere aunque, sin embargo, no la satisfacía plenamente. "Yo pintaba retratos realistas para vivir del arte, pero no reflejaban lo que yo veía. Mi realidad siempre ha estado filtrada por manchas, pero nunca antes lo había mostrado en mi arte", expresó ante la atención de El-Mecky y de los asistentes que siguieron la conversación en línea.
Pese a que el accidente la llevó a estar hasta cinco años parada, con el acompañamiento de su marido poco a poco fue retomando su pasión: "gozar en plenitud de la abstracción más absoluta". Y entre vivencias y sonrisas compartidas con El-Mecky, una promesa: "Si recupero aunque sea un 1% de visión, retrataré como yo lo vea, guste o no".
El próximo martes, los críticos de cine y profesores de la Universitat Pompeu Fabra y de ESCAC, Carlos Losilla y Violeta Kovacsics se preguntarán "¿ha muerto el cine?".