Hasta 428 empresas se han marchado de Lleida en los últimos 6 años, según un estudio de la UdL y la UPF-BSM

Hasta 428 empresas se han marchado de Lleida en los últimos seis años, una cifra que representa un 3,2% del total de empresas del territorio, según el Estudio sobre la deslocalización de empresas de las comarcas de Lleida, encargado a la Universitat de Lleida (UdL) y la UPF Barcelona School of Management (UPF-BSM), con el Patronato de Promoción Económica.

De estas, un 39,4% se han trasladado a Barcelona por los beneficios de la capital, como infraestructuras u oportunidades de crecimiento; un 18,9% a Aragón por agilidad administrativa y disponibilidad de suelo, y un 14% a Madrid por los incentivos fiscales y las subvenciones. En cambio, del 2015 al 2020 han llegado a Lleida 341 empresas, una cifra "insuficiente" para compensar la salida de empresas, dice el investigador Jordi Moreno, uno de los artífice del estudio.

Se han marchado un 3,2% del total y casi un 40% se han trasladado a Barcelona, un 19% a Aragón y un 14% a Madrid

Además de Moreno, investigador del departamento de Administración de Empresas de la UdL, el estudio ha sido elaborado por Andrei Boar, investigador del Observatorio de Sostenibilidad de la UPF-BSM, y Oriol Montanyà, director del Observatorio de Sostenibilidad de la UPF-BSM.

Los tres lo han presentado en el Auditorio del Centro de Culturas y Cooperación Transfronteriza de la Universitat de Lleida. Han asistido, entre otros, Jaume Saltó, presidente de la Cámara de Comercio de Lleida; Jaume Puy, rector de la Universitat de Lleida; Joan Talarn, presidente de la Diputación de Lleida; Miquel Pueyo, alcalde de Lleida y el director general de la UPF-BSM, José M. Martínez-Sierra.

Los datos obtenidos, durante el periodo estudiado (2015-2020), muestran que todos los sectores se deslocalizan principalmente a Barcelona, excepto la agricultura, la ganadería y la pesca, que escoge Huesca como destino principal.

Según este estudio, a pesar de que este fenómeno afecta de manera proporcional a compañías de todas las dimensiones, lo hace especialmente a las empresas comerciales (21,26%) y de la construcción (14,02%). "La deslocalización ha afectado a Lleida, más que a otros poblaciones tanto de Catalunya como del Estado de características similares", explica Moreno, que alerta que Lleida corre el peligro de quedar en medio de dos hubs logísticos muy potentes; Zaragoza con el Corredor Central y Barcelona con el Corredor Mediterráneo; lo cual todavía podría agraviar más el problema de la deslocalización de empresas.

Todos los sectores se deslocalizan principalmente a Barcelona, excepto la agricultura, la ganadería y la pesca, que escoge Huesca como destino principal

Para evitarlo, Boar plantea algunas soluciones estratégicas, como por ejemplo mejorar las infraestructuras, consiguiendo una conexión con los corredores ferroviarios y dando nuevos usos al aeropuerto de Lleida-Alguaire; favorecer la agilidad administrativa, a través de una "ventanilla única" de atención al emprendedor; crear un polo de atracción de inversiones, con polígonos especializados en el sector agroalimentario y fomentando la colaboración entre universidad y empresa; y prestigiar el emprendedor y la empresa, mediante un plan de comunicación ambicioso que ponga en valor los beneficios que aporta la economía productiva al bienestar del conjunto de la sociedad leridana.

Teniendo en cuenta que más del 40% del PIB y del 60% de las exportaciones de las tierras de Lleida son del sector agroalimentario, el estudio también propone la creación de un gran plan de desarrollo agroindustrial que incluya polígonos especializados en industria agroalimentaria, con suelo disponible y servicios adecuados, para atraer empresas y generar sinergias entre ellas. Así, apuntan que el proyecto del Polígono Torreblanca-Cuatre Pilans podría ser una buena oportunidad para empezar a explorar esta vía.

"Ahora que hemos conocido la dimensión del problema y las causas principales de la marcha de empresa, se abre una oportunidad para trabajar y definir las soluciones propuestas"

"Ahora que hemos conocido la dimensión del problema y las causas principales de la marcha de empresa, se abre una oportunidad para trabajar y definir las soluciones propuestas, siempre en colaboración entre Administración-Universidad-Emprendedores", dice Boar.

Para Montanyà, "el estudio evidencia que las empresas no buscan subvenciones o sueldos baratos, sino que valoran la seguridad, la agilidad y el apoyo de las administraciones".

En todo caso, el estudio concluye que todas las medidas que se lleven a cabo para frenar este éxodo, se impulsen desde las administraciones públicas catalanas, se diseñen en colaboración con el sector empresarial, se traduzcan en proyectos concretos y que se aborden con carácter de urgencia. En este sentido, Boar opina que "algunas causas de la marcha de las empresas podrían ser evitables, pero todos los actores, y sobre todo la Administración, tienen que participar para evitarlo".