Santi Cabrera
Profesor del Máster en Dirección y Gestión del Deporte de la UPF Barcelona School of Management
El título de este artículo se basa en el famoso anuncio "Halftime in America" de 2' que una conocida marca de automóviles emitió durante el intermedio de la final XLVI de la Superbowl en 2012. Protagonizado y narrado por Clint Eastwood, apelaba al espíritu de superación, a la solidaridad y al trabajo en equipo de la sociedad norteamericana tras la crisis del 2008, con un mensaje lleno de esperanza en el mañana.
Hoy, en todo el mundo, nos encontramos en pleno estado de alarma por el COVID-19. Estamos en la media parte de un match de final incierto que nunca quisimos jugar, pero aquí estamos. En 20 años ya hemos jugado varios partidos globales contra rivales temibles: el 11S o la crisis mencionada de 2008. Ahora nos estamos enfrentando al Coronavirus. Por muchas teorías "webinarias" que día sí y día también nos informan en pleno confinamiento sobre el nuevo mundo que se nos viene encima, (¿será una crisis en "V", en"W" o tipo swoosh de Nike?) se hace realmente complejo esbozar si cuando esta pandemia que de más o menos controlada, nuestro mundo seguirá igual, será diferente, si aprenderemos algo y saldremos fortalecidos o, por el contrario, olvidaremos lo sucedido y nos "despediremos" como inconscientes hasta volver a "encontrarnos" en la siguiente crisis. No hay bola de cristal para saber hacia dónde vamos ante una situación que a fecha de hoy a algunos les supera y angustia, mientras otros ven en ella una fuente de oportunidades y de superación.
No hay peor pandemia que la del miedo, ésta sí que se propaga con más rapidez que cualquier virus. Estamos en la media parte del partido y podemos pensar que vamos perdiendo o con todo en contra. En momentos como estos, no hay que tirar la toalla. Hemos de reinventarnos y adaptarnos y hay que hacerlo rápidamente. Aunque la mayoría estamos confinados, se intuye que esta situación es de auténtico Rock n'Roll y para el sector deportivo, por seguir utilizando un símil musical, diría que es de Heavy Metal o de Tecno desmadrado. Uno de los primeros sectores en clausurarse y que será de los últimos en volver a la "normalidad", escrito así, con un entrecomillado de stand-by temporal o de que ya nada volverá a ser como antes.
La crisis del Coronavirus está teniendo y tendrá un efecto directo en la vida cotidiana, en los hábitos de consumo y en los servicios disponibles. En los deportes ha supuesto, entre otras cosas, el parón de las competiciones y eventos deportivos, grandes y no tan grandes, y sin tener claro en qué fechas volverán; se han cerrado gimnasios e instalaciones deportivas e incluso, como en nuestro país, se ha prohibido salir a correr.
Este parón afecta a la economía de los clubes, escuderías, asociaciones deportivas, equipos, trabajadores del sector y deportistas en general: las cadenas de TV, grupos de comunicación y anunciantes dejan de inyectar dinero, el público no paga entradas ni consume durante un match-day que no existe y el socio de muchos clubes y centros deportivos no quiere saber nada de cuotas o abonos por servicios que no puede utilizar.
Sin ir más lejos, y a modo de ejemplo, el parón del fútbol y de muchos otros deportes y acontecimientos deportivos con grandes audiencias ha creado un problema para la industria de los medios y para los operadores de telecomunicaciones. Es la locución latina del Panem et circenses, pero sin el circo. Y en este caso, sin circo, no hay pan: Se eliminan los principales contenidos que funcionan como motor publicitario y como llamada/cebo para darse de alta en los paquetes de suscripción. ¿Qué pasa si no puedo acceder a ellos? Muy sencillo, gran parte de esa audiencia se da de baja y reclama su cuota mensual porque los paquetes de series, películas o retransmisiones deportivas del baúl de los recuerdos no es lo que ese usuario busca en esa plataforma OTT (over-the-top).
Es como un efecto fichas de dominó ¿Se nos acaba el circo -circenses- tal y como lo conocíamos? Pensando a futuro: ¿Qué pasará con los eventos deportivos que no tienen cobertura televisiva, en los que conseguir público y participantes de cara a la búsqueda de patrocinadores es la principal fuente de ingresos, si hay que reducir la afluencia de manera preventiva para garantizar su seguridad? ¿Cómo funcionará un gimnasio a partir de ahora? El boom de las clases on-line, ¿será puntual u otro canal a explotar? ¿Será el futuro? ¿Será la omnicanalidad: voy al gym si tengo espacio de seguridad o hago una sesión on-line en casa cuando el gym esté saturado? ¿Habrá turnos para ir a hacer según qué deportes? ¿Haremos deporte con mascarilla? ¿Nuevo diseño de los vestuarios?... Todo un abanico de incógnitas, muchas de ellas propias de una película de ciencia-ficción o de terror, según se mire, pero que están ahí, latentes, por mucho que cerremos los ojos pensando que al abrirlos todo esto no habrá sido más que una pesadilla. Estamos en la media parte del partido, pero también podemos pensar que vamos a remontar e incluso ganar.
Y delante de los problemas, las oportunidades. En EE.UU. las grandes cadenas deportivas ya están invirtiendo en los eSports, por ejemplo. Explotar el canal on-line, crear productos para la higiene y seguridad específica del deportista pro y amateur, rediseñar los eventos, pensar nuevos layouts para las instalaciones deportivas... En resumidas cuentas, aprovechar esta parada obligatoria para repensar mejor los modelos de negocio que teníamos hasta ahora, aunque ojalá todo quede en aprender de esta situación a sumar esfuerzos, a hacernos más humanos y solidarios, a ser más equipo y a incorporar nuevos hábitos saludables (cuerpo, mente y medio ambiente) lo menos intrusivos posible en nuestro día a día.
Estamos en la media parte del partido y como dice Mr. Eastwood al final del anuncio: "Our second half is about to begin" ("Nuestra segunda parte está a punto de comenzar"). No es "la" segunda parte, es "nuestra" segunda parte. Por tanto, es nuestro turno. Nosotros decidimos. Y por la cara y el tono motivador y retador de Clint, yo creo firmemente que sí: que no será fácil, pero que este partido lo vamos a ganar.