Emma Rodero
Profesora e investigadora del Área de Comunicación
Directora del CCLab en la UPF-BSM
Durante estas semanas de confinamiento provocadas por la aparición del COVID-19, desde el CCLab de la UPF Barcelona School of Management hemos realizado un estudio sobre los cambios que se están produciendo en los hábitos de escucha, de consumo y el impacto psicológico de la radio antes y durante la crisis.
En estos momentos de incertidumbre, era importante realizar una investigación de estas características porque los medios ejercen siempre un papel destacado en situaciones conflictivas. Las crisis provocan cambios a diferentes niveles –sociales, culturales, económicos- y es importante que los medios de comunicación sean capaces de responder de manera efectiva. En este sentido, el medio radiofónico ha tenido siempre un papel relevante en momentos complicados. En el Día Mundial de la Radio hace cuatro años, el secretario general de la ONU, Ban Ki-Moon (2016) volvió a recordar que "La radio puede ser un salvavidas en tiempos de crisis y emergencia. En sociedades devastadas, azotadas por la catástrofe o que necesitan noticias desesperadamente, la gente encuentra en la radio la información que salva vidas". Y así es como ha sido en muchas catástrofes mundiales. También en España hemos visto ese papel protagonista de la radio, por ejemplo, en el golpe de Estado del 23 de febrero de 1981 o en los atentados terroristas del 11 de marzo de 2004.
En contextos adversos como los mencionados, la radio es el medio que más ventaja consigue sobre los demás, por cuatro razones principales: es el medio más universal, sencillo, accesible y fácil de consumir. En primer lugar, porque es el medio más universal. El medio radiofónico tiene una alta penetración en todos los países. Por ejemplo, en Estados Unidos, según los datos de Nielsen, la radio alcanza a más ciudadanos a la semana (alrededor de un 94%), que ningún otro medio, incluido la televisión. No podemos olvidar que la radio llega donde otros no pueden, por ejemplo, a zonas deprimidas, locales o rurales. Esta alta penetración geográfica se completa con una penetración social importante. No hace falta tener estudios para entender los mensajes del medio, ni un alto nivel socio económico para escuchar la radio. En segundo lugar, la radio es un medio técnicamente sencillo. Gracias a la simplicidad técnica, el medio radiofónico es capaz de reaccionar de manera rápida y de ofrecer información casi al mismo tiempo que se produce un suceso. Por tanto, se adapta fácilmente a situaciones que demandan un consumo inmediato de información. Nos podemos quedar sin Internet, pero la radio puede continuar emitiendo porque apenas necesita infraestructura técnica para funcionar. En tercer lugar, la radio es un medio accesible. El medio radiofónico se puede consumir a cualquier hora del día y de la noche y puede escucharse en cualquier lugar. Por eso, la radio ha desempeñado un papel protagonista en catástrofes en las cuales ningún otro medio ha podido cubrir lo que pasaba. En cuarto lugar, la radio es un medio fácil de escuchar que no demanda atención exclusiva. Eso hace que, aún en situaciones complicadas, la radio pueda seguir acompañando a las personas porque la escucha permite realizar otro tipo de actividades al mismo tiempo. Por tanto, la radio es un medio que acompaña a las personas en el día a día pase lo que pase.
Pero ¿cuál ha sido el comportamiento de la radio durante esta pandemia del COVID-19? Para responder esta pregunta se realizó una encuesta en la que han participado 560 oyentes de radio, en una muestra estratificada según los datos de audiencia radiofónica que ofrece el EGM en España. Los resultados han mostrado cambios en los hábitos de escucha, de consumo y especialmente un importante impacto psicológico de la radio en los encuestados.
En líneas generales, la nota media sobre diez que estos oyentes de radio le ponen a la radio es bastante alta, casi un 8. Esta buena impresión se refuerza con la imagen que tienen de la radio. En general, esa impresión no ha cambiado durante el confinamiento, aunque casi la mitad afirma que ha cambiado de forma positiva. Pero, aunque la radio haya sido un medio casi perfecto para los consumidores, los encuestados consideran que la experiencia de escucha aún podría mejorar en algunos aspectos como: ser menos partidista, introducir menos publicidad, más entretenimiento, concursos y programas nocturnos interesantes, ser más profesional, menos fútbol y, en general, más variedad de contenidos.
En definitiva, este estudio refleja que efectivamente los hábitos de escucha y consumo de la radio han variado. Durante el confinamiento, la radio se está escuchando sobre todo en el salón, y cocina mayoritariamente limpiando o cocinando. También se están consumiendo más horas de radio, más emisoras (de distinto signo ideológico) y más programas. Para estos oyentes, la radio se posiciona como el medio que mejor está cubriendo la información sobre el coronavirus y el que consideran más creíble, más cercano, el que más estimula la imaginación, más distrae y más reduce la soledad. En conjunto, los resultados de este estudio permiten concluir que la radio vuelve de nuevo a tener un papel protagonista en esta situación de crisis, como lo ha tenido a lo largo de la historia de España.
Referèncias
Ver el estudio de Emma Rodero.
Emma Rodero (2020), "La radio: el medio que mejor se comporta en las crisis. Hábitos de escucha, consumo y percepción de los oyentes de radio durante el confinamiento por el Covid-19", El profesional de la información, v. 29, n. 3, e290306. https://doi.org/10.3145/epi.2020.may.06