Andrei Boar
Profesor del Dpto. de Finanzas, Contabilidad y Control
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El 22 de diciembre se celebra anualmente el Sorteo Extraordinario de Navidad, con premios que oscilan entre los 20 y los 400.000 euros por billete. Ganar la lotería siempre es motivo de alegría, ya que garantiza un cojín extra de dinero, pero hay que mantener la cabeza fría y analizar qué hacer con la suma económica obtenida.
Si no se hace nada con el dinero ganado, perderá valor con el tiempo, especialmente en un momento en el que la inflación roza el 5%
En primer lugar, hay que tener en cuenta que el premio debe tributarse solo si supera los 40.000 euros, cantidad a partir de la que deja de aplicar la exención del impuesto y se debe pagar el 20% del importe recibido. En el caso del sorteo de Navidad, deberían tributar el primero, el segundo y el tercer premio que, con la liquidación de impuestos, sumarían un valor neto de 328.000 euros, 108.000 euros y 48.000 euros, respectivamente. El resto de premios no requieren tributación.
Una vez liquidada la cuestión tributaria, hay que valorar qué hacer con el dinero. Si no se hace nada con él y lo ponemos en la cuenta de ahorros, el dinero perdería valor con el paso del tiempo, especialmente en un momento como el actual en el que la inflación roza el 5%.
Supongamos que la inflación es del 2% anual –objetivo del BCE– en los próximos 10 años. En esta situación, el valor del primer premio sería de 268.000 euros. Para evitar esta reducción de valor, hay diferentes opciones de inversión a tener en cuenta en función del nivel de riesgo que se quiera asumir. A mayor riesgo, mayor rentabilidad y, por tanto, puede obtenerse un beneficio (o pérdida) superior. A continuación, presentamos algunas opciones que no tienen por qué ser escogidas de forma única, ya que lo más importante entre alternativas de inversión es la diversificación.
Hay varias opciones de inversión según el nivel de riesgo que se quiera asumir: a mayor riesgo, más rentabilidad, pero también mayor riesgo de pérdida
De este modo, para los inversores más conservadores, las principales salidas son:
Para los inversores más osados, encontramos alternativas como:
Dejando de lado el tipo de inversores, una alternativa que merece mención aparte es la de la vivienda. La compra de un bien inmueble puede tener variaciones: si se trata de una residencia para habitarla (una segunda residencia, por ejemplo), se debe valorar si con el tiempo seremos capaces de mantenerla. En caso de tratarse solamente de una inversión, el retorno esperado anual variaría entre el 4% y el 7% en ciudades como Madrid o Barcelona.
La diversificación y la distancia con el dinero son factores clave para gestionar inversiones económicas
Sea como fuere, ganar la lotería es motivo de alegría, pero hay que analizar fríamente qué se quiere hacer con el premio, ya que, si no, con el tiempo el valor se pierde por si solo. En cualesquiera de las opciones citadas, la diversificación y la distancia con el dinero son la clave y, como recomendación general, para no perder el valor del premio el rendimiento obtenido debería ser superior a la inflación.