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Los manipuladores de divisas

13 Abril - 2021
Divisa

Xavier Fornt
Profesor del Máster en Negocios Internacionales

Si por algo va a ser recordada la ya extinta Administración Trump al frente de los Estados Unidos de América, será, sin duda, por su ingente cantidad de decisiones controvertidas y polémicas. Polémicas por la contestación que han tenido, polémicas por su extravagancia, polémicas por su trascendencia internacional.

De entre todas ellas, destacaremos las relacionadas con las guerras comerciales, que han enfrentado a la Administración Trump con medio mundo: con la República Popular China, con Turquía, con Rusia y con la propia Unión Europea. Guerras cuyos motivos eran diversos, pero que se libraban siempre con las mismas armas, que giraban en torno a los aranceles y la cotización de sus divisas.

Una de estas polémicas decisiones que fue quizá de las últimas, y que será objeto de análisis en el presente artículo, es la que la ya saliente Administración Trump tomó sobre mediados del mes de diciembre de 2019 a través de su Departamento del Tesoro de los Estados Unidos, declarando a Suiza, junto a Vietnam y la India como países manipuladores de divisas.

Sorprende la inclusión en la lista de Suiza, que no es precisamente un país emergente. En cuanto a Vietnam y la India, casi con toda seguridad están ahí, porque al ponerse barreras comerciales con la República Popular China, los propios importadores americanos encontraron en ellos a los proveedores substitutivos.

En la lista también están o habían estado, por supuesto en contra de su voluntad, la República Popular China, Japón, Corea, Singapur y Malasia. E incluso Alemania e Italia antes del nacimiento del Euro.

Según el Departamento del Tesoro, estos países amenazan con sus prácticas a los empresarios y trabajadores americanos.

Las tres condiciones que considera el Departamento del Tesoro que deben darse para adquirir esa condición, son:

  • Alcanzar un superávit comercial de 20 billones de dólares norteamericanos con los EE. UU. en un año.
  • Que el superávit por cuenta corriente del país en cuestión sea de más del 2% de su PIB en un año.
  • Que las compras netas de divisas asciendan a más del 2% de su PIB en un año.

Si analizamos estas condiciones, veremos que todas ellas son circunstancias que empujan claramente al alza las divisas y en consecuencia, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos entiende que los Bancos Centrales de estos países hacen o harán esfuerzos por mantener artificialmente baja la cotización de sus divisas, con lo que favorecerían sus exportaciones, que son perjudiciales por lo altamente significativas para los Estados Unidos, según la condición primera.

En su comunicado oficial, incluyendo a esos nuevos países en la lista de Manipuladores de Divisas, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos escribe que “currency manipulators whose practices hurt American businesses and workers”. Y el Secretario del Departamento manifestó que entraría de inmediato en diálogos bilaterales con estos países para que cambiasen estas prácticas.

Entre estas condiciones, el Departamento del Tesoro de los Estados Unidos no incluye a los tipos de interés, cuya relación de influencia sobre la cotización de las divisas es notoria, ya que los tipos de interés altos, que son fijados por los propios Bancos Centrales, empujan al alza la cotización de las divisas.

Y es que a pesar del actual ciclo de tipos de interés bajista, algunos de estos países como Vietnam, tienen aún tipos significativamente más altos

“Patrón monetario de los vencedores”

En mi época estudiantil, nos enseñaban que mantener alto el valor de la propia divisa era un signo de orgullo y fortaleza nacional, y que los países debían esforzarse para alcanzar este fin. Por mera curiosidad, y para conocimiento de los más jóvenes, he desempolvado algunos de mis libros de texto. Veamos qué decían.

Ludwig von Mises, en el capítulo 14 de su libro The Theory of Money and Credit y en un apartado titulado National Prestige and the Rate of Exchange, escribe: “For the etatist, money is a creature of the state, and the esteem in which money is held is the economic expression of the respect or prestige enjoyed by the state. The more powerful and the richer the state, the better its money.”

Y desarrolla con posterioridad y ampliamente el concepto de “patrón monetario de los vencedores”.

Otro ejemplo de esta forma de pensar, la tenemos en el libro Contingentes y Divisas cuyos autores son Francisco Arniches y Jesús Plaza y que cuenta con un excelente prólogo del prestigioso profesor D. Pedro Gual Villalbí, que en un capítulo dedicado al comercio de divisas, y más concretamente en sus páginas 66 y 67 escriben: “Del desequilibrio entre la producción y el cambio nace la crisis económica, reflejándose de un modo primordial en la moneda, que rige los cambios y en la que descansa el sistema económico de un pueblo, tanto más fuerte cuanto más saneada esté su divisa”.

También Antonio de Miguel, en su obra Comercio y Divisas, que vio la luz a principios de los años cincuenta, utiliza el concepto cambio de prestigio y explica que fue el utilizado por Inglaterra, cuando dio a la Libra esterlina un poder de compra más alto en el exterior que en el interior y que no se correspondía a su verdadera situación.

Exportación de relojes

Se puede pensar que estas eran unas formas de pensamiento algo anticuadas, pero vamos a remitirnos a nuestra divisa el Euro, que en su primer día de circulación en enero de 2002 cotizaba a 0,9038 dólares norteamericanos y que en julio de ese mismo año, superó el 1 en su relación paritaria con el dólar norteamericano. Las declaraciones de los políticos de la época remarcando la confianza y la aceptación internacional del Euro no se hicieron esperar. Aunque después, los exportadores echaran agua al vino.

Manipuladores de divisas. Un concepto cambiante, pues, a lo largo de la historia, pero que no deja de ser curioso.

El Neuer Zürcher Zeitung se pregunta este viernes día 2 de abril de 2021 si el Banco Nacional Suizo no está vendiendo sus reservas de divisas para favorecer un poco la depreciación de un franco demasiado fuerte que frena sus exportaciones.

Veamos cuatro números:

  • La cotización del EUR/CHF el 26 de Enero estaba en 1,0789.
  • El 26 de Febrero era de 1,0986. El 1 de Abril marcó 1,1099.

Y es que la exportación de relojes, una de las industrias punteras suizas, lleva un año cayendo con fuerza.

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