Mariano de las Heras
Director del Postgrado en Internacionalización de RRHH y Global Mobility
Tras el impacto que la crisis del covid-19 ha provocado en las estrategias de internacionalización de las empresas y, de forma muy directa, en los procesos de movilidad internacional de personas, las compañías empiezan a buscar la vía de recuperación que les permita visualizar el final del túnel tras este imperativo parón coyuntural.
Es decir, las empresas trazan su vuelta a la actividad en un escenario post-pandemia a través de la evolución de la inmunidad de las vacunas como factor determinante, ya que el negocio internacional será, sin lugar a dudas, una palanca estratégica para su recuperación y a partir del que aquellos países que hayan aplicado una respuesta firme y una gestión controlada y sólida contra el covid-19, obtendrán mayores oportunidades.
Con nuevos procesos de movilidad que, con toda seguridad, nada tendrán que ver con sus antecesores debido al cambio de paradigma provocado por esta crisis sanitaria, nos adentramos en la nueva era de la gestión de la movilidad internacional de las personas.
Una nueva era en la movilidad internacional
En este nuevo escenario, procesos en los que la aceleración de la transformación digital ha incorporado otro tipo de movilidad con nuevos modelos y patrones de movimiento –como es el caso de las denominadas asignaciones virtuales o movilidad virtual– no remplazarán a la movilidad internacional como la conocíamos, pero van a convivir.
Aparecerán formatos y herramientas que deberán tenerse en cuenta por su repercusión en la estructura y gestión de ciertos proyectos. También van a coexistir nuevos modelos que permitirán realizar tareas concretas desde el origen y/o un país distinto al de asignación donde, como consecuencia, va a ser necesario analizar con cierta flexibilidad las políticas y beneficios actuales del empleado responsable de las mismas.
Todas estas actualizaciones van a exigir un cambio de mentalidad en cuanto a las formas y los modelos habituales en un contexto de gestión que va a requerir un incremento significativo del nivel de agilidad. Será también muy necesario establecer un marco de actuación para estos nuevos formatos en las actuales políticas de movilidad que contemple las pautas y mecanismos imprescindibles que faciliten la adaptación a estos nuevos escenarios.
Otras cuestiones que habrá que considerar serán los aspectos de índole fiscal, consecuencia de las nuevas tipologías de desplazamiento; el impacto migratorio de cada destino y el papel de "duty" en el contexto actual, liderado por una importante y relevante intensificación de los planes de salud.
Nuevos perfiles, nuevos talentos
Será también imprescindible capacitar y gestionar eficazmente la evolución del talento internacional, nuevos perfiles suficientemente preparados y orientados a planes de carrera concretos con los que asumir todos estos nuevos retos que se presentan y en los que la flexibilidad y la resiliencia serán competencias clave. Sin duda nos encontramos ante una importante y significativa evolución y adecuación del talento global, con perfiles que manifiestan su interés por oportunidades laborales en remoto internacional para avanzar en sus carreras profesionales.
Los nuevos responsables de la movilidad internacional (HR Global Mobility) deberán anticiparse y adaptarse a estos nuevos modelos en entornos globales de cambio constante y con un alto nivel de incertidumbre. Al mismo tiempo, deberán realizar una gestión fluida e integrada de los diferentes procesos de movilidad, focalizándose en garantizar la continuidad del negocio y el bienestar del empleado en aspectos físicos, emocionales y económicos
Todo ello deberán hacerlo definiendo y estableciendo políticas de movilidad basadas en evidencias, consecuencia de un análisis eficaz de la información obtenida a través de las numerosas experiencias adquiridas en todos los aspectos durante este intenso periodo de tiempo y que deberán contemplarse y trasladarse en el "know-how" de esta nueva etapa. Esto les ayudará en la toma de decisiones y en la evaluación de posibles escenarios similares. Resumiendo, a estar abiertos y preparados para un futuro incierto. Esperando lo mejor, preparados para lo peor.
En definitiva, se avistan nuevos desafíos para los HR Global Mobility, que deberán desaprender y reaprender (un reskilling constante) para poder adaptarse a una realidad cambiante donde todo está por ver y desarrollar una permanente agilidad de aprendizaje a través de competencias que serán claves para, como dicen los expertos marinos, poder mantener el rumbo en tiempos de tormenta.