Marcos Eguiguren, Associate Provost for Strategic Projects UPF-BSM
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¿Cómo se presenta el nuevo año en lo que hace referencia a los principales pilares de actuación de la UPF Barcelona School of Management? Iniciamos el año con una serie de artículos sobre las previsiones de nuestros expertos. En este artículo, Marcos Eguiguren, Associate Provost for Strategic Projects de la UPF-BSM, reflexiona sobre qué veremos en 2024 en términos de liderazgo consciente y empresas con propósito.
¿Qué es el liderazgo consciente, en primer lugar? Para Marcos Eguiguren, consiste en “cualquier tipo de criterio, formas y sistemas de entender y dirigir una organización humana pública o privada de manera que tenga en cuenta el impacto profundo de esta en la sociedad”. Es decir, una visión amplia que incluye todas las actividades que se generan alrededor de la empresa u organización: los clientes, los trabajadores, etc., con una mirada a su porqué, su cómo y su para qué.
Pero para el experto, la cuestión clave no es tanto qué están haciendo las empresas que ya se encuentran cercanas a esa forma de entender la gestión, sino más bien qué pueden hacer aquellas que todavía no la aplican. “Yo no tengo nada en contra de otras formas de entender la gestión, pero sería conveniente que las empresas que aún no desempeñan un liderazgo consciente sean curiosas sobre ese punto, porque no es contradictorio con ser competitivo. Se puede ser perfectamente consciente y competitivo a la vez”.
Eguiguren tiene tres grandes recomendaciones sobre la materia para 2024, que hace extensivas a la mayoría de las empresas con independencia de su tamaño. La primera es que no se limiten a seguir la ley. Si se les pregunta a muchas empresas grandes cuál es su posición con respecto al liderazgo consciente, una respuesta común para escabullirse de la cuestión suele ser que ya cumplen ampliamente con todas las regulaciones existentes. Y hacerlo es necesario, desde luego, pero no suficiente: para ser un líder consciente “hay que ir más allá de la ley, lo cual en muchas ocasiones ni siquiera tiene un coste económico”, asegura el profesor.
La segunda recomendación sería mostrar iniciativa. “Una cosa es ser reactivo y cumplir obedientemente la ley, pero otra muy distinta es ser proactivo, tener iniciativa e impulso moral. Porque eso es lo que dará alma a la empresa."
"El cumplimiento de la normativa legal no te dará alma, pero el impulso moral sí”, reflexiona.
Por último, la tercera recomendación es sencilla: que no tarden mucho en hacerlo. Hay que practicar un liderazgo consciente en primer lugar porque es lo que hay que hacer y es lo correcto; pero también, en segundo lugar, porque hacerlo tiene beneficios para la empresa. A lo que añade, como colofón, que “también porque es una forma de protegerse contra el Estado, que siempre tiene la tentación de intervenir. El liderazgo consciente también es una reacción, una forma de quitarle argumentos al excesivo intervencionismo del Estado”.
En cuanto a la situación del liderazgo consciente en las escuelas de negocio, Marcos Eguiguren considera que, como en todas partes, hay de todo, y que algunas se toman la cuestión más en serio que otras. Pero “a nivel mundial, hay unas 800 escuelas, aproximadamente, que han firmado los Principles for Responsible Management Education (PRME) de las Naciones Unidas, y eso ya es un primer paso”. De facto, todas las escuelas del mundo deberían firmar su acuerdo con esos principios y, como segundo paso, hacer las reformas necesarias para integrar los mismos en su ADN y en su quehacer diario. Lógicamente el nivel de cumplimiento entre los firmantes, es variopinto. Hay escuelas que muestran un alto nivel de cumplimiento, y otras que están dando sus primeros pasos.
La UPF-BSM forma parte del capítulo ibérico del PRME, donde ocupa, además, la vicepresidencia del Steering Committee del mismo. El capítulo ibérico cuenta con 37 instituciones firmantes, y la UPF-BSM presenta un alto nivel de implicación y desarrollo. En este sentido, la escuela basa su posicionamiento en cuatro pilares:
“Nosotros formamos líderes diferentes, líderes conscientes. Es parte de nuestra misión”, concluye Marcos Eguiguren. “Queda mucho por hacer, pero vamos en la buena dirección”.