El precio de la electricidad está por las nubes, sobre todo por el precio del gas. Según la Comisión Europea, el incremento del precio de la energía responde a cuatro factores. El primero es el aumento de la demanda global de gas por la recuperación económica que no ha ido acompañado de un incremento de la oferta. Además, las condiciones meteorológicas hacen que caiga la producción de energía renovable porque hay menos viento y agua que en verano. En tercer lugar, los precios del mercado de carbono europeo también han aumentado, así como el del gas, que representa un cuarto del consumo total de energía en la Unión Europea.
En la Unión Europea 31 millones de personas –el 7% de la población- sufren pobreza energética. Además de las repercusiones sociales del aumento del precio de la energía, a la Comisión Europea también le preocupa que este incremento afecte las empresas y, por lo tanto, la recuperación económica, las cadenas de suministro y la inflación. Según los cálculos de Bruselas, el incremento del precio de la energía será "temporal", pero no empezarán a caer hasta abril del 2022. A pesar del descenso en primavera, se prevé que el precio se mantenga más alto que la media de los años anteriores.
El profesor del máster en Finanzas y Banca de la UPF Barcelona School of Management, Xavier Brun, explica el papel de la geopolítica en la escalada de precios y apunta caminos para rebajar la dependencia de esta materia prima.
El gas representa un cuarto del consumo total de energía de la Unión Europea, dependemos mucho del gas?
Es un cuarto, sí, es bastante, pero para entender esto hay que ir a los orígenes. Históricamente casi todo el gas ha provenido de Rusia, de manera relativamente barata. El coste de transporte puede multiplicar por dos el precio del gas si viene de lejos, como por ejemplo comprarlo en los Estados Unidos de América vale unos dos dólares el metro cúbico y transportarlo a Europa puede costar cinco dólares más. El gas de Rusia es en comparativa mucho más barato y menos contaminante que el petróleo o el carbón, que hay que importarlo de Indonesia, Australia o los EUA.
Las centrales de ciclo combinado han sido adoptadas en todas partes porque no dependen de agentes externos, como el sol o el viento. El gas es una energía confiable y barata. En los picos de electricidad se usa esta energía que es más cara y sucia, pero solo pulsando un botón funciona.
Y por qué ha subido tanto su precio?
Por política. Rusia quiere hacerse valer. La comunidad internacional estuvo en contra de la anexión de Crimea, un lugar de Ucrania donde Rusia hace pasar su canalización de gas. Pero por miedo a boicot y peajes de Ucrania optaron por otra opción. Alemania, que es muy dependiente del gas ruso, optó para lanzar un gasoducto submarino para abastecerse a través del Mar Báltico, el Nord Stream-1. Pero el incremento de demanda ha superado la oferta proveniente de esta canalización. Y por tanto se tiene que traer de otros lados. En España el gas proviene de Argelia y las relaciones con este país no son buenas. Ahora aprietan precios.
Los costes de la cadena productiva se incrementarán y subirán precios. Y esto puede generar una disminución del consumo.
La demanda mundial ha subido y por tanto el precio ha subido considerablemente. La oferta de gas no ha subido al mismo ritmo que la demanda.
Putin ha dicho recientemente que garantizaría el suministro de gas.
Muchas veces la economía se entiende por la política. Putin aparece ahora como el salvador de Europa, que lo aplaude, cuando él mismo ha creado el problema. Aparte de problemas de suministro en zonas de pozos petrolíferos como los EE. UU. o Arabia Saudí. El gas norteamericano proviene de un proceso de extracción usando pizarra. El proceso se para con la pandemia y estos pozos los han tapado con cemento. Ahora se tiene que sacar este tapón y se tarda un tiempo a hacerlo o hasta incluso están inservibles. La oferta de los EE. UU. ha bajado mientras la demanda ha crecido.
La reactivación económica después de las restricciones por la covid ha tenido que ver, también?
Totalmente.
Tiene techo el precio del gas?
No. Sin gas el precio se dispara.
El precio del gas junto con los problemas logísticos que estamos sufriendo y que continuarán es la tormenta perfecta para la inflación. La pregunta es si será temporal.
Cuáles serán las consecuencias de este incremento del precio del gas, más allá de pobreza energética?
La siderurgia, cristaleras, aluminio, baldosas... todas estas son industrias muy intensivas en el uso de electricidad. Los costes de la cadena productiva se incrementarán y subirán precios. Y esto puede generar una disminución del consumo. Por lo tanto la recuperación económica que hemos visto puede enfriarse. Se ha calentado demasiado la economía y ahora puede haber un frenazo.
Esto junto con los problemas logísticos que estamos sufriendo y que continuarán es la tormenta perfecta para la inflación. La pregunta es si será temporal.
Se puede hacer algo para que baje el precio? La transición hacia las energías renovables para dejar de depender del gas no se puede hacer de repente.
Con el precio del gas no se puede hacer mucha cosa, es un tema de oferta y demanda mundial. Por países se puede hacer algo en pro de la transición energética? Sí. Mientras todavía dependemos del gas hay alternativas: por un lado poner baterías, pero son costosas. De la otra, la energía nuclear, que es barata, pero no todo el mundo la quiere tener en su jardín y desmantelarlas es costoso. La situación es complicada.
No puede ser que los consumidores paguemos los derechos de emisión de CO₂ de las empresas eléctricas
Qué se puede hacer para reducir la factura de la electricidad?
El precio de la electricidad ha subido por el precio del gas y por el precio de los derechos de emisión de CO₂, que los tienen que pagar las generadoras eléctricas, y que lo repercuten a la factura. Creo que el Estado tendría que hacer que estos costes no fueran deducibles, por lo tanto que lo paguen las empresas generadoras y no se puedan trasladar al precio de la factura de la luz. No puede ser que los consumidores pagamos los derechos de emisión de CO₂. Se las tiene que incentivar a buscar alternativas. Y por otro lado, Europa tendría que emitir más derechos de CO₂, incrementando la oferta, que bajaría el precio. Es la única manera directa y temporal para reducir el coste de la factura.
Pero emitir más CO₂ va en contra de los Acuerdos de París.
Sí. Creo absolutamente en los Acuerdos de París, no se tienen que perder, pero temporalmente quizás nos lo tendríamos que pensar. La transición hacia una economía verde es más complicada de lo que nos pensábamos. No se ha medido bien el impacto de esta transición y los incentivos para que sea una realidad tienen que ser económicos. Si se da incentivos a las empresas para generar energía verde, la transición será más rápida.