Prosigue la serie de cápsulas de conocimiento sobre economía circular que ofrece la UPF Barcelona School of Management. Si en la cápsula 1 pudimos ver la definición de economía circular, en esta segunda entrega nos ocupamos de sus implicaciones.
Para promover el desarrollo sostenible y para una mayor eficiencia de la implementación de la circularidad, la Economía Circular (EC) precisa, en primer lugar, una sinergia entre los actores económicos: empresas, consumidores y organismos regulatorios. Esta sinergia posibilita la puesta en común de intercambios e interacciones, no solo entre los actores productivos a nivel de empresas y áreas de actividad, sino también a nivel de los consumidores y los organismos reguladores creando sinergias.
En efecto, aumentar la cooperación entre los actores dentro de la EC permite ofrecer respuestas técnicas, organizativas y económicas a los desafíos comunes, y también a enfrentar posibles amenazas al modelo circular, donde cada parte vela por su rol en el mantenimiento y/o cambio del sistema, y valores (por ejemplo, cuestiones de interés, impactos ambientales positivos y negativos, respuesta rápida a posibles cambios del entorno que atenten contra alguno de los procesos o subsistemas del modelo de recuperación de recursos, etc.).
Nuevos modelos de negocio
La Economía Circular ofrece nuevas oportunidades comerciales, transformando la relación empresa-proveedores-entorno con base en la innovación, dando tanta importancia a los beneficios económicos como al aseguramiento de un futuro sostenible. En los modelos comerciales de EC, las empresas tienen un incentivo para prolongar la vida útil de los productos y hacerlos tan eficientes en cuanto a costes y materiales como sea posible.
Todo ello será posible siempre y cuando las organizaciones adopten un enfoque más amplio y holístico, que refleje la importancia del "mensaje desde arriba" y las implicaciones de gestión que tiene entrar en modelos que contemplan la sostenibilidad. Se trata de transformar la gestión de los recursos en el modelo lineal tradicional aplicando la circularidad a través de la aplicación de la jerarquía de residuos, para transformar la antigua forma de producción en un ciclo cerrado que sea amigable con la naturaleza.
Alargar la vida de los productos
La EC pone énfasis en reincorporar al sistema de producción y consumo, la mayor cantidad de veces posible, los productos o partes de este cuando llegan al final de su vida útil, buscando reducir en lo posible su impacto ambiental. Eso significa que los materiales que constituyen los productos son debidamente tratados al final de su vida útil.
La logística inversa se vuelve por tanto imprescindible para la recuperación de productos que ya han llegado al final de su vida útil, y resulta una parte fundamental del funcionamiento de la Economía Circular. Las actividades de logística inversa dentro de este contexto abarcan la gestión de las devoluciones de productos seguidas del procesamiento al final de su vida útil, así como las actividades de recuperación de productos, tales como reparación, reutilización y reciclaje.
¿Cómo saber si se está progresando en la transición hacia la economía circular?
Para realizar un correcto seguimiento de la transición de la economía lineal hacia un modelo circular, es necesario definir indicadores que permitan medir los niveles de cambio ambiental que van ocurriendo a nivel de región, sector y productos. Los indicadores más utilizados en EC están orientados a la sostenibilidad, por lo que incluyen la perspectiva ambiental, ya sea sola o combinada con la económica.
Lo importante es que se definan indicadores que faciliten la toma de decisiones y que permitan comparar los grados de circularidad y beneficios de un mismo producto en distintos momentos del tiempo.
El sector agroalimentario, uno de los más propensos para aplicar la circularidad
El sector agroalimentario es uno de los principales sectores en los que se requiere un desarrollo sostenible, y donde la atención al medio ambiente y las condiciones de trabajo han recibido más atención en los últimos tiempos.
El sector sufre diversos impactos ambientales debido al clásico modelo de producción lineal. Por lo tanto, combatir la reducción de la pérdida y el desperdicio de alimentos y envases contribuye al logro de la sostenibilidad de los recursos alimentarios. La aplicación de los principios de EC puede garantizar que se superen los impactos negativos. Un enfoque circular en el sector agroalimentario crea valor a través de la recuperación de recursos, que puede tener lugar dentro de una cadena de suministro cerrando el ciclo o entre diferentes cadenas compartiendo recursos que pueden ser complementarios (por ejemplo, en la ganadería y la agricultura).
En resumen, se podría decir que la Economía Circular tiene un doble reto: por un lado, maximizar la recirculación de los productos o de sus partes, y por otro lado minimizar los contenidos que puedan acabar en vertedero o incineración, definiendo para ello indicadores que faciliten la toma de decisiones y que permitan comparar los grados de circularidad y beneficios de un mismo producto en distintos momentos del tiempo.