¿Qué pasará en materia de sostenibilidad? Abrimos una ventana al 2024.

Erola Palau. Directora del Master of Science in Sustainaibility Management de la UPF-BSM

-

Durante 2023, hemos vivido un crecimiento en la colaboración global para la resiliencia climática, con naciones y empresas de todo el mundo trabajando conjuntamente para alcanzar la Agenda 2030 de las Naciones Unidas. Paralelamente, los criterios medioambientales, sociales y de gobierno conocidos como ESG (Environmental, Social, and Governance, por su acrónimo en inglés) han ido adquiriendo mayor relevancia y cada vez más empresas reconocen que las prácticas sostenibles no sólo son una herramienta esencial para mejorar su reputación, sino que también son indispensables para mantener su rentabilidad a largo plazo.

Sabemos que la sostenibilidad no es una tendencia pasajera, sino que ha venido para quedarse. Por eso, Erola Palau, directora del Master of Science in Sustainability Management de la UPF Barcelona School of Management, reflexiona sobre lo que el año que entra nos brindará en materia de sostenibilidad. Según nuestra experta en la materia, estos serán los puntos clave para 2024:

• Las leyes europeas se vuelven más estrictas. El 1 de enero de 2024 entran en vigor las Normas Europeas de Información de Sostenibilidad (NEIS) de la Comisión Europea, que suponen un paso importante para ampliar y armonizar el reporting de información de sostenibilidad a nivel europeo. Las normas incluyen los requisitos que las empresas tendrán que seguir a la hora de preparar y divulgar información sobre aspectos medioambientales, sociales y de gobierno de su actividad y para toda su cadena de valor. Aunque la adopción de las NEIS se dirige a medianas y grandes empresas, algunas pequeñas empresas también se verán afectadas.   
• Las nuevas tecnologías continuarán al alza: El interés por las tecnologías de bajas emisiones de carbono seguirá creciendo. Veremos cómo evolucionan las soluciones para la conservación de los recursos hídricos; para la agroecología, a través de técnicas que se centren en la salud del suelo, conservación de la biodiversidad y captura de carbono; y por el combustible sostenible de aviación, proveniente de biomasa u otras materias primas no basadas en el petróleo.
• Más IA para la sostenibilidad: En 2024, el uso de la inteligencia artificial (IA) y el análisis avanzado de datos será determinante en la evaluación ESG. Las empresas utilizarán algoritmos de aprendizaje automático para analizar conjuntos de datos extensos, ofreciendo información en tiempo real sobre su rendimiento ESG. Durante el año 2023 ya hemos visto cómo surgían algunas de estas tecnologías, y durante el año 2024 veremos cómo ganan terreno.  
• El ecodiseño no se queda atrás: mientras consumidores y empresas se movilizan contra los plásticos desechables, en 2024 veremos un aumento de alternativas de embalaje sin plástico, con materiales y diseños innovadores ganando terreno en el mercado. Yendo más allá, viviremos cómo nacen productos diseñados con criterios medioambientales en todas las fases de su creación, desde la concepción hasta su reciclaje. Adicionalmente, más empresas se esforzarán por recibir certificaciones de diseño sostenible, como ISO 14001, ISO 14062 y C2C (Cradle to Cradle).
• Reducimos el e-waste: Según la Organización Mundial de la Salud, los residuos electrónicos están creciendo tres veces más rápidamente que la población mundial, y menos de un 20% se recoge y recicla correctamente. La crisis de los residuos electrónicos exigirá mayor atención durante el año 2024. Algunas soluciones incluirán: promover la longevidad de los dispositivos, mejorar las opciones de reparación y reutilización, establecer colaboraciones con instalaciones de reciclaje de residuos electrónicos e incentivar las prácticas de disposición responsables.
• Tocará centrarse en todos los stakeholders: Más allá de enfocarse en los accionistas, la nueva realidad exigirá abarcar los intereses de todas las partes interesadas, como clientes, conjunto de empleados, comunidades afectadas y proveedores, con quien las empresas tendrán que priorizar la interacción y demostrarles una mayor responsabilidad. Los nuevos informes de información no financiera serán una herramienta clave para reforzar estas relaciones.
• Medir las emisiones directas no será suficiente: a la hora de calcular la huella de carbono y las emisiones de efecto invernadero, se diferencian 3 tipologías de emisiones. Las emisiones de ámbito 1 son aquellas emisiones directas controladas por la empresa, por ejemplo, por la generación de energía necesaria. Las emisiones de ámbito 2 son indirectas, provenientes de la generación de energía adquirida. Las emisiones de ámbito 3 incluyen todo el resto de emisiones indirectas de fuentes no controladas por la empresa, como serían las generadas por el uso de productos vendidos. Para que las empresas puedan mantener su reputación social y medioambiental, las emisiones de ámbito 3 tendrán que medirse y reducirse a través de toda la cadena de valor.
• Aumenta la capacidad de energía renovable: Según la Agencia Internacional de la Energía, la capacidad mundial de energía renovable se ha triplicado durante el año 2023 y seguirá aumentando, seguramente debido al impulso de políticas públicas, el aumento de los precios de combustibles fósiles y la preocupación por la seguridad energética. Sin embargo, en algunas regiones, como Europa, las leyes de urbanismo, la falta de mano de obra y los mayores costes de financiación frenarán la implementación de energías eólicas y solares.

2024 será un año liderado por aquellas empresas que adapten su actividad a los requisitos de sostenibilidad marcados por las directivas europeas y los consumidores, y las que conviertan el impacto social y medioambiental en una parte fundamental de su estrategia. Aunque una gran cantidad de empresas ya lo están haciendo, las que no se adapten se van a quedar atrás.