Todavía es pronto para saber el impacto que va a tener el Covid-19 en los flujos de comercio exterior y en las inversiones exteriores en España. Aún así, Carles Murillo, Catedrático de Economía Aplicada y Director del Máster en Negocios Internacionales de la UPF Barcelona School of Management y Joan Tristany, Director General y Secretario General en AMEC Asociación Empresarial, intentaron ayer abordar las repercusiones del Covid-19 sobre la producción y el comercio internacional y señalar algunas claves para las empresas con el fin de ser 'lo más adaptativas posibles'.
La OCDE estima que la epidemia podría reducir el crecimiento mundial al 2,4% para 2020, desde el 2,9% previsto en noviembre de 2019. Pero muchas empresas, tras la crisis de la Covid-19, ya hablan de un crecimiento nulo o decrecimiento que iría del -15% al -30%. Murillo y Tristán coincidieron en la dificultad de hacer previsiones dado que se desconoce cuánto durarán las restricciones establecidas para contener la pandemia, cómo será el plan de desconfinamiento y qué políticas (proteccionistas o no) adoptará cada país. 'Estamos más que nunca en un entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambigüo) y lo único que podemos hacer es prepararnos para un futuro incierto'.
Pese a ello, apuntaron algunas recomendaciones, especialmente, orientadas a las empresas del sector industrial con el fin de convertirse en empresas adaptativas que les permita hacer frente a esta o futuras crisis.
Asimismo ambos coincidieron que las instituciones internacionales deben ejercer el liderazgo para el que han sido creadas y favorecer lo antes posible el comercio intrarregional y los procesos de integración regional.
Además, consideran imprescindible el apoyo a Pymes, autónomos y sectores estratégicos vulnerables. 'Uno de los aprendizajes que nos deja el COVID es que no podemos dejar la completa gestión de la manufactura a los mercados exteriores', señalaron.
Presentación de Carles Murillo