Susana Domingo
Directora de la EMBA
Directora del Área de Estrategia y Emprendimiento
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Las startups tecnológicas industriales son empresas de base científico-técnica con una tecnología validada, que ofrecen al mercado un producto tangible. Estas startups son el gran desconocido de nuestro ecosistema emprendedor, pero tienen un impacto económico y social importante. Y hacen falta más startups industriales en Catalunya.
Es cierto que las startups más potentes son del sector servicios, como por ejemplo Glovo, Wallbox, Letgo, Cabify, Badi o Flywire. El 42% de las 1.700 startups catalanas tienen como modelo de negocio el ecommerce o marketplace. En términos de sectores, los ámbitos de las TIC, el ocio y la salud concentran el 60% de las empresas. El sector específico que concentra más empresas es el de healthtech con 289 startups, según el último informe de ACCIÓ.
Las startups industriales tienen una tasa de supervivencia más alta que las startups de otros sectores y además pagan salarios más altos
El sector industrial preexistente en Catalunya ha favorecido el desarrollo de la transformación digital, la conectividad y el auge de la Industria 4.0, y de este modo, han surgido nuevas formas de negocio con la tecnología como eje principal.
En este sector podemos encontrar empresas de robótica como Pal Robotics, Steering Machines, la alimentaria Heura Foods, el unicornio de cargadores para vehículos eléctricos Wallbox, la empresa de dispositivos para la salud animal Dinbeat, o empresas que ofrecen productos de consumo a partir de materiales reciclados, como Infinite Athletic, fabricantes de ropa deportiva a partir de fibras de redes de raqueta de tenis usadas, o FOS Eyewear, fabricante de monturas de gafas a partir de materiales reciclados.
Estas startups han crecido a la sombra de las startups digitales y miran de generar un ecosistema propio a partir de su potencial y su capacidad de generar valor añadido en la economía. La actividad industrial va más allá de su peso específico en el PIB; si en Catalunya la industria representa casi el 20% del PIB, provoca un efecto arrastre a través de la gran cantidad de servicios vinculados a la misma: transporte y logística, investigación y tecnología, servicios TIC, etc., llegando su impacto al 50% del PIB catalán.
De hecho las startups industriales tienen una tasa de supervivencia más alta que las startups de otros sectores y además pagan salarios más altos. En Catalunya, según el Departamento de Trabajo, atendiendo el sector de actividad, la ganancia bruta anual media más elevada corresponde a la industria. La construcción y los servicios presentan, de media, unos salarios un 14,7% y un 15,0% inferiores, respectivamente.
Las startups industriales, comparadas con aquellas limitadas a los servicios, aportan más valor añadido a la economía y la hacen más resiliente, y con un mayor beneficio socioeconómico
Es un hecho conocido que la industria garantiza una mayor estabilidad de los lugares de trabajo y salarios más dignos, además de ser un sector altamente internacionalizado e innovador. Si queremos reindustrializar el país, el camino son las starups industriales.
En el actual contexto de crisis económica, que el país siga siendo un motor económico con industria manufacturera que aporte valor añadido y, además, sea un polo de atracción en el sur de Europa, tiene que ser una prioridad para todo el mundo. No hay caminos fáciles, pero toda piedra hace pared. Si queremos reindustrializar el país, el camino son las starups industriales.
Estas startups industriales, comparadas con aquellas limitadas a los servicios, aportan más valor añadido a la economía y la hacen más resiliente, y con un mayor beneficio socioeconómico. Por eso, hay que impulsar desde todos los ámbitos la innovación tecnológica de carácter industrial.