Aprovechando que este año se ha superado el ecuador del recorrido hacia la sostenibilidad que Naciones Unidas aprobó en 2015, los conocidos 17 objetivos de desarrollo sostenible (ODS), la semana pasada tuvieron lugar en Ca l'Alier las III Jornadas de la Agenda 2030, en las que se debatieron estrategias para que la Barcelona del futuro pueda ser más justa y sostenible. El profesor de la UPF-BSM y director de la Cátedra Agbar de Estudios en Comunicación Institucional para el Desarrollo y Crecimiento Sostenible, Toni Aira, participó como ponente en la mesa redonda “Indispensable para alcanzar los ODS: confrontar datos, debatir ideas y comunicar bien”, y nos comenta sus impresiones sobre la situación en la que se encuentra el desarrollo sostenible, tanto en la ciudad de Barcelona como en todo el mundo.
Aunque todavía queda bastante camino por recorrer hasta el 2030, el profesor Aira es bastante optimista: “el salto que se ha dado en pocos años debe valorarse en sus justos términos, sobre todo teniendo presente la inmensidad del hito fijado, que es sobrevivir como individuos y como planeta. Una mirada pesimista te dirá que no hay nada que hacer y que lo que se está promoviendo para detener los efectos más dañinos contra el cambio climático es una batalla perdida. Si así fuera, entonces mejor sería ir pensando en tratar de habitar nuevos planetas. Pero ¿verdad que esto no tiene ningún sentido?”.
Al menos, dice, cada vez se está compartiendo de forma más extendida un diagnóstico muy necesario. Y ya se están empezando a aplicar terapias que, aunque todavía no han curado “el enfermo” por completo, “la alternativa sería la rendición a lo peor que tenemos como especie. Y no estamos socialmente en esa fase, afortunadamente. Esto ya es un gran salto, que es necesario aterrizar con todas las consecuencias”.
Respecto a la ciudad de Barcelona, Toni Aira reconoce que hay frentes todavía abiertos, como los referentes a la descarbonización, donde los deberes a hacer siguen siendo muchos. Pero en general, también tiene una visión optimista: "es importante atender a los saltos adelante que ha hecho una capital como Barcelona en clave de lucha contra el cambio climático, en pocos años", explica. "Y esto liga de la mano ámbitos diversos que quedan retratados, por ejemplo en la misma Área que ha organizado las Jornadas: urbanismo, transición ecológica, servicios urbanos y vivienda."
"En todos estos frentes se están dando saltos importantes, en clave de compromisos ODS” afirma el Dr. Aira.
De todas formas, el balance final no se podrá hacer hasta que lleguemos a 2030… “y más allá”, dice el experto, “también porque el cumplimiento de los ODS, que nosotros no fiscalizamos en clave medición de cumplimiento/incumplimiento, va más allá de tangibles y también implica intangibles. De hecho, nuestra observación y estudio de este mundo contempla muy especialmente los cambios institucionales que retratan un cambio social que está yendo a caballo de este hito”.
En este sentido, la Cátedra Agbar de Estudios en Comunicación Institucional para el Desarrollo y Crecimiento Sostenible de la UPF-BSM realiza una serie de actividades con el objetivo de testar cómo, a través de la comunicación pero también más allá, instituciones y actores sociales de todo tipos avanzan en la consecución de los Objetivos para el Desarrollo Sostenible.
Un ejemplo de estas actividades sería el podcast "Horizonte ODS: Más allá de un compromiso", donde intervienen actores sociales, empresariales e institucionales que conversan y analizan cómo se tangibiliza su compromiso con los ODS. La idea de este podcast es retratar, a través de miradas variadas, cómo se avanza hacia la consecución de los ODS a instituciones, empresas o actores sociales que pueden incidir especialmente en el éxito o el fracaso de este compromiso global, y hasta qué punto lo hacen con todas sus consecuencias o en clave de compromiso.
En definitiva, concluye Toni Aira, para contribuir a alcanzar un modelo urbano sostenible, “los ciudadanos deberíamos abordar nuestra relación con la sostenibilidad en clave holística, tratándola en su conjunto, y no a través de síntomas aislados: desde de la huella ecológica individual, pasando por la vivienda, el transporte, nuestro consumo y muchos otros aspectos de nuestro día a día como ciudadanos, podemos sumar a un éxito 'glocal', es decir global y local”.